Inteligencia emocional

 

Daniel Goleman estableció estos 10 puntos clave para desarrollar la inteligencia emocional:

 

  • Te genera interés la gente que no conoces: Quiénes son empáticos con los sentimientos de las otras personas suelen interesarse genuinamente por aprender de los demás.
  • Conoces tus fortalezas y debilidades: una persona que tiene inteligencia emocional dedica parte de su tiempo a conocerse y aceptarse. Es muy importante saber cuáles son tus debilidades y fortalezas para que seas consciente de quién eres y qué debes mejorar.
  • Prestas atención en lo que te dice el otro: Si te distraes fácilmente de la conversación cuando estás con alguien o no puedes resistirte a mirar el móvil, necesitas mejorar este aspecto. Ser capaz de concentrarse en el otro es uno de los secretos de la inteligencia emocional. Las relaciones sólidas se construyen en base a que el otro sienta que estás presente cuando está contigo.
  • Sabes porqué te enfadas: una persona con inteligencia emocional no ignora ni menosprecia los sentimientos de ira, pena o alegría. Los reconoce y sabe qué efecto tienen sobre él. Por ejemplo, la ira: debes saber mirarla desde lejos para que se adueñe de tus acciones y cometas acciones de las que luego puedas arrepentirte.
  • Te llevas bien con la mayoría de la gente: Si tienes relaciones efectivas y satisfactorias es un signo de inteligencia emocional.
  • Te preocupas por ser buena persona: la identidad moral también es un aspecto de la inteligencia emocional, muy relacionada con el trato y el cuidado que tenemos hacia las otras personas.
  • Ayudas a los demás: te preocupas por saludar a tus compañeros o preguntarles cómo están. Te tomas el tiempo necesario para cuidar tus relaciones con los demás y salir de ti mismo para preocuparte por las personas de tu entorno.
  • Si te tropiezas, te levantas rápido: es muy importante saber lidiar con los fracasos y los tropiezos que te vas a encontrar a lo largo de tu vida. El buen manejo de estas emociones te ayudará a salir adelante con éxito y sin perder el control.
  • Confías en tu instinto: sigues tus intuiciones porque confías en ti mismo y en tus emociones.
  • Sabes decir no: la capacidad de autorregulación es otro elemento de la inteligencia emocional. Esto significa saber disciplinarse solo. Si te han dicho muchas veces que no, sabrás manejar bien el estrés y los impulsos, ya que sabes de primera mano qué significa el rechazo y la frustración.

 

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